EL RAMO LEONÉS: ORIGEN
Nadie sabe a ciencia cierta cuál es el origen del Ramo Leonés, pero si se coincide en la opinión de que es una tradición leonesa anterior al cristianismo. Una costumbre pagana, que era común en la prehistoria europea, y que ha logrado sobrevivir reconvirtiéndose en costumbre cristiana. Pero sí podemos relacionar la Navidad y el Ramo Leonés.
La Navidad como fiesta conmemorativa del nacimiento de Jesús y de gran significado para los cristianos, ya tenía un sentido familiar y festivo en el mundo precristiano. Los primeros cristianos no la celebraban como tal, pero acabaron asumiendo esta fiesta de raíces paganas, a partir del Siglo IV, identificándola con el momento del nacimiento de Jesús.
Solsticio de invierno
En el Imperio Romano, el 25 de diciembre se celebraba la fiesta del Sol Invictus, que ponía fin a las fiestas de las Saturnales. Fiestas paganas que los romanos celebraban, entre los días 17 y 23 de diciembre, en honor a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha. Coincidiendo de esa forma con el solsticio de invierno, el período más oscuro del año, cuando el sol sale más tarde y se pone más pronto.
Culto al sol y culto a los árboles
La Navidad y el período navideño fueron incorporando elementos culturales, estéticos y religiosos diversos, muchos que procedían del mundo pagano europeo. La propia ubicación de la fiesta en el calendario, 25 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno. Es decir, con la noche más larga del año, nos recuerda su origen en un culto solar. Buscaba así el renacimiento del sol, alargando su presencia diaria y propiciando también la regeneración de la naturaleza en general y de la vida vegetal en particular.
El culto a los árboles está muy ligado con el solsticio invernal, como expresión máxima de la fuerza fecundante de la Madre Tierra. Entonces el árbol más venerado en la Europa precristiana fue el roble, y dónde este no crecía lo fueron la encina, el fresno o el abeto. En fechas próximas al solsticio de invierno existía la tradición de adornar las ramas del roble con cintas, telas y piedras pintadas. Así se pretendía propiciar su espíritu y revitalizarlo, y así regenerar la Naturaleza muerta o dormida durante el invierno.
«Abeto de Navidad» y «Ramo Leonés de Nadal»
Adornar las ramas del roble fue una costumbre viva hasta bien avanzada nuestra era, adoptada por el cristianismo, y que en los pueblos germanos acabará sustituyendo al roble por el abeto. Árbol proclamado como «el árbol del Niño Jesús», vinculándolo así con la fiesta de la Natividad de Jesús. Esta costumbre del árbol de Navidad mantenida en los países nórdicos y en Alemania, se extendió en el siglo XIX por otros países europeos. Llegó a España en el siglo pasado.
Todo parece indicar que el «Abeto de Navidad» centroeuropeo está directamente emparentado con el «Ramo Leonés«. Volvemos a relacionar la Navidad y el Ramo Leonés, arraigado en León de manera casi exclusiva. El aislamiento de nuestros valles, el espíritu tenaz y el apego de nuestra gente por sus costumbres antiguas evitó su desaparición de nuestra provincia.
EVOLUCIÓN DEL RAMO LEONÉS
Con el paso del tiempo el Ramo fue enriqueciéndose, y de aquellas ramas adornadas con lanas de colores, flores de papel, caramelos,…se fue pasando al ramo de forma triangular, recordando al Árbol de la Vida. Soporte de madera para poderlo conservar de un año para otro, en cuyo vértice llevaría alguna pequeña rama vegetal, en recuerdo de lo que es. Solían ir decorados con frutos de invierno y a veces con aves talladas.
Tipos de Ramo Leonés
Aunque en Navidad se emplean ramos de todos los tipos, es el ramo triangular el más utilizado. Dentro de la variedad de nuestra provincia leonesa, los hay vegetales, de cola de pavo real, de rastru, cilíndricos, cúbicos,…
Tamaños
Al igual que existen Ramos Leoneses de todos los tamaños imaginables: desde los más reducidos, hasta casi los de versión gigante!!
ADORNOS TÍPICOS DEL RAMO LEONÉS DE NADAL
El Ramo Leonés no lleva elementos ajenos a la Cultura Tradicional Leonesa, ni elementos de plástico, ni espumillón. Nuestro «Ramo de Nadal», heredero cultural del «Ramo de Fin de Año», puede llevar desde:
Velas simbolizando la luz, 12 por los doce meses del año, para festejar el alargamiento de las horas solares
Ornamentos vegetales, para recordar su origen arbóreo: sardón, encina, laurel, romero, muérdago, hiedra,…Colores verdes y colorados representando hojas y frutos
Cintas de telas de colores: lisas, trenzadas, bordadas, trozos de lanas, hilos de colores
Frutos de invierno y frutos secos: manzanas, naranjas, castañas, bellotas,…
Dulces típicos de estas fechas: rosquillas, caramelos,…
Hasta encajes, puntillas, papeles de seda, cintas de papel,…
Mejor habría que decir, qué no lleva un Ramo Leonés. Pero no es necesario ni recomendable que un ramo tenga todos estos elementos descritos. El equilibrio y el buen gusto determinarán la estética y el contenido de cada ramo.
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