Como viene siendo habitual en los últimos años, este próximo día 5 de octubre tendrá lugar en la ciudad de Zamora el XIII Festival de la Máscara. A media tarde se realizará un desfile que llenará de color y alegría las calles de la ciudad.
Las mascaradas de Zamora son una de las tradiciones más antiguas y sorprendentes de España. Se celebran principalmente en invierno, especialmente en la comarca de Aliste, donde se conservan con gran arraigo. Estas festividades tienen un origen pagano, vinculado a los antiguos ritos de fertilidad, el solsticio de invierno y el ciclo de la vida y la muerte.
Los protagonistas de las mascaradas son personajes enmascarados, conocidos por su aspecto grotesco y sus acciones impredecibles. Los más representativos son los diablos, los cencerrones y los carochos, entre otros. Cada uno de ellos tiene su propio papel dentro del rito. Los diablos simbolizan el caos y lo irracional, los cencerrones anuncian el cambio de ciclo, y los carochos son figuras grotescas que provocan tanto temor como risa entre los asistentes.
Uno de los eventos más conocidos es «Los Carochos» de Riofrío de Aliste. En esta mascarada, los personajes recorren las calles persiguiendo a los vecinos y realizando diversas representaciones. Los disfraces son elaborados a mano, con materiales como pieles, cuernos y cencerros. Otra mascarada importante es la del «Zangarrón» en Montamarta. Este personaje, vestido con colores brillantes y cubierto con una máscara feroz, recorre el pueblo pidiendo el aguinaldo de forma intimidante.
El simbolismo de estas fiestas es profundo. Representan la lucha entre el bien y el mal, el orden y el caos, la vida y la muerte. Aunque con el tiempo se han ido adaptando al cristianismo, su esencia pagana sigue muy presente. La naturaleza, el cambio de estaciones y los ciclos vitales son los temas centrales.
El ritual de las mascaradas incluye carreras, persecuciones y pequeños juegos teatrales. Los personajes interactúan con los vecinos y visitantes, creando una atmósfera de misterio y diversión. Aunque algunos personajes pueden resultar aterradores, el ambiente es festivo y lleno de color.
Estas tradiciones han sido transmitidas de generación en generación. A pesar del paso del tiempo, las comunidades zamoranas se han esforzado por mantenerlas vivas. Hoy en día, son un atractivo turístico para quienes buscan conectar con las raíces más profundas de la cultura popular.
Las mascaradas de Zamora son, sin duda, una de las expresiones más fascinantes del folclore español. A través de sus personajes, ritos y simbolismos, conectan al presente con un pasado remoto y lleno de misterio.
Si quieres conocer estas y otras costumbres no dudes en contar con un guía profesional que sin duda te hará disfrutar de tu visita.