La Maragatería
La antigua Somoza , que traducido significaría «bajo el monte» es hoy la comarca de la Maragatería. Situada al oeste de la provincia de León y al amparo de la Sierra del Teleno, (2.188 m.), habitáculo de dioses para astures y romanos. Regada por los ríos Turienzo, Jerga, Argañoso y Valdespino. A este espacio de unos cuatrocientos kilómetros cuadrados se le llama hoy Maragatería. Nombre que ya se recoge en el s. XVI y que algunos creen que puede derivar de la palabra «mercader». En realidad esta denominación sólo correspondería a una parte de sus habitantes dedicados al oficio de la arriería. Para otros, la palabra viene de el tipo de «bragas o maragas» que vestían sus pobladores. Una especie de pantalón negro y ancho que usaban los hombres y que sólo llegaba hasta la parte baja de la rodilla.
Arrieros somos…
La situación de las tierras leonesas entre la Meseta castellana y las zonas de Galicia y Asturias favoreció que muchos de sus habitantes se dedicaran a negocios relacionados con el transporte de mercancías de un lugar a otro.
Diferentes comarcas leonesas como los Argüellos o Fornela, suministraron arrieros que recorrían los caminos del norte de España. Pero los más populares fueron sin duda los maragatos. Las peculiaridades de sus costumbres y su indumentaria contribuyeron a esa notoriedad. Sin embargo la pervivencia y el auge de sus empresas fue posible gracias a una auténtica red comercial apoyada en un sólido sistema social.
El ganado mular fue el más utilizado por los arrieros maragatos. Su resistencia física y su fuerza los convirtieron en un bien muy apreciado. El número de mulas era exponente de la riqueza del arriero.
Avanzado el siglo XIX, el arriero maragato comienza a utilizar el carromato, aunque no se abandona del todo el empleo de la recua.
La comunicación y el transporte de mercancías entre Madrid y Galicia era la principal ocupación de los arrieros maragatos. Su pintoresca figura formaba parte de los caminos del norte de España.
¿Qué mercancías transportaban?
Los objetos y las mercancías más variadas tenían cabida en los lomos de sus mulas y en las carretas. El transporte de pescado fresco y de salazones entre Galicia y el interior fue la actividad por excelencia de los maragatos. Los caudales y especialmente la plata también se transportaron empleando los servicios de los arrieros.
Debido a su seriedad y honradez también portaban los documentos más delicados como el correo. Había que asegurar que se recibiría en el destino en la fecha prevista.
Había una vez una casa…maragata.
Quizás sea la casa maragata-arriera el más claro exponente de la categoría socio-económica del arriero maragato. Las dimensiones del edificio, la distribución de las diversas dependencias, la riqueza del mobiliario, la consistencia de los materiales empleados nos hablarán de la categoría socio-económica del maragato.
La casa arriera se articula en torno al patio, con un bloque básico de dos alturas. En la planta baja la vivienda, almacenes y cuadras del ganado mayor y menor. También el almacén para mercancías además del portalón de acceso. La cocina alcanza dos alturas y cuenta con horno y despensa aneja.
En la planta alta se sitúan las habitaciones. El corredor de la planta alta se orienta al mediodía y tiene balaustre de madera a veces torneado.
La casa arriera en sus ejemplares más espectaculares muestra ya tratamiento de fachada con influencias cultas incorporando el arco de medio punto en el portón de acceso. Estos accesos suelen estar acompañados de unos poyos a ambos lados para permitir la subida o bajada del lomo de las caballerías.
La importancia de la artesanía del hierro en esta zona hará que las casas maragatas se adornen con todo tipo de herrajes, especialmente las puertas.
No te pierdas la oportunidad de descubrir esta singular comarca leonesa con profesionales habilitados por la Junta de Castilla y León, estaremos encantados de acompañarte. ¡Elige bien quién te guía!