UN PAISAJE SINGULAR
Las Médulas fueron las minas de oro más extensas del Noroeste peninsular y seguramente dentro de todo el Imperio Romano. Se sitúan en el Noroeste de la provincia de León, en la comarca del Bierzo. Forman parte de un gran yacimiento que , orientado de Norte a Sur, llega de Asturias a Zamora.
Se denomina «Paisaje Cultural» porque los vestigios que han quedado en este entorno natural fascinante nos permiten reconocer los trabajos y las actividades de la sociedad de aquel tiempo en el ámbito minero.
El territorio protegido ocupa unas 6.000 has de los municipios de Carucedo, Borrenes y Puente Domingo Flórez, aunque restos de la explotación son visibles en otros puntos como en Llamas de Cabrera.
En 1996 la Junta de Castilla y León las cataloga como «Zona Arqueológica Médulas» (ZAM), y en 1997 la UNESCO las declara Patrimonio de la Humanidad.
CUÁNDO EMPEZÓ TODO…
La explotación aurífera de Las Médulas es un yacimiento de tipo secundario formado por capas aluviales del mioceno (era terciaria), en el cual las partículas de oro aparecen libres y mezcladas con todo el conglomerado (cantos rodados, arcillas, gravas, limos…). Los numerosos materiales arrastrados se depositan sobre un zócalo de pizarras (rocas paleozoicas), formando una serie de capas con diferentes proporciones de oro en cada una de ellas, llamadas «facies».
Ya los astures se dedicaban al bateo en los ríos de la zona. Una vez integrado el Noroeste peninsular dentro del Imperio Romano como parte de la Provincia Hispania Citerior, la zona Arqueológica de Las Médulas quedó incluida dentro de la profunda reorganización económica y administrativa de toda la región a lo largo de los siglos I y II d.C.
La explotación del oro no puede disociarse de la creación por Augusto de un sistema monetario basado en el aureus, la moneda de oro como patrón. Esta moneda era imprescindible para hacer frente a los pagos de la administración y del ejército y para controlar el comercio.
LA GRAN INGENIERIA ROMANA
En la zona a explotar se usaron diferentes sistemas para la extracción del oro. En estos trabajos resultaba fundamental la fuerza del agua para lavar, transportar y evacuar los estériles fuera de la mina. Se almacenaban en depósitos que hoy no existen.
El agua se conducía desde montañas más altas y distantes a través de canales excavados en la roca. Tenían un desnivel inferior al 1% y llegan a los 100km de longitud en algunos casos. Hoy se pueden contemplar en numerosos tramos.
Utilizaban distintos sistemas de explotación dependiendo de la riqueza en oro de cada zona. Uno de los más conocidos es la «ruina montium» o «arrugia», ya descrita por Plinio el Viejo. Mediante este sistema un gran caudal de agua se arrojaba súbitamente sobre una red de galerías y pozos que minaban toda la masa a abatir para provocar su derrumbe.
Una vez abatido y arrastrado el aluvión aurífero y con la misma fuerza hidraúlica, todo ello se encauzaba hacia los canales de lavado. Eran las «agogae» de madera en la descripción de Plinio (muy parecidos a los utilizados en California)y de los que, obviamente no quedan restos. En estos canales ya el oro se depositaba por gravedad.
EL PAISAJE NATURAL
A pesar de las profundas alteraciones que se dieron en el medio natural provocadas por los trabajos de la mina, también se generaron nuevos ecosistemas que se han mantenido en equilibrio hasta nuestros días.
La aportación romana más evidente el medio es la presencia señorial del castaño, que ocupó el lugar predominante que hasta entonces había tenido la encina. El castaño se ha explotado desde entonces hasta nuestros días.
Los romanos lo plantaron y pasó a a ser la principal fuente de alimentación. Su variada composición lo hacían dietéticamente muy completo para la población. Además servía como valioso y sólido proveedor de madera para la construcción.
Este árbol, que ha sido y es, tan importante en las economías familiares de la zona, ha contribuido poderosamente a la supervivencia de los moradores de las Médulas y nos ha dejado impresionantes ejemplares con varios cientos de años en su haber que hoy todavía podemos contemplar.
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Las Médulas, considerada la mayor mina a cielo abierto de la época romana va más allá de este paisaje de singular belleza rodeado de castaños centenarios, lagunas, lagos, picos y galerías. Es una de las mayores obras de ingeniería de la antigüedad. No pierdas la oportunidad de descubrir todos los tesoros de León con nosotros! Contacta con profesionales habilitados por la Junta de Castilla y León, estaremos encantados de acompañarte! Elige bien quién te guía.