LOS RESTOS DEL CID CAMPEADOR

LOS NUMEROSOS TRASLADOS DE LOS RESTOS DEL CID CAMPEADOR

En este post queremos que conozcan los numerosos traslados de los restos del Cid Campeador.

Desde su muerte en Valencia hasta su traslado en 1921 a la Catedral de Burgos hay documentados catorce traslados.

MUERTE EN VALENCIA Y TRASLADO DE LOS RESTOS A SAN PEDRO DE CARDEÑA

El año 1099 fallece en Valencia don Rodrigo Diaz de Vivar. Según algunos autores su sepultura tuvo lugar en la iglesia de las Victorias (actual parroquia de San Esteban) y según otros en la Catedral.

En 1102 su esposa doña Jimena abandona Valencia y ordena el traslado de los restos de su marido al Monasterio de San Pedro de Cardeña.

El Cid estuvo enterrado en un primer momento en un nicho al lado derecho del altar mayor. A la muerte de Jimena en 1104 también ella recibe sepultura en este mismo lugar.

El año 1272 se colocan ambos cuerpos en tumbas distintas en el centro de la iglesia de Cardeña en unos sepulcros que manda realizar el rey Alfonso X el Sabio.

Unos cuantos años más tarde, cuando se procede en 1447 al derribo de la iglesia románica para la construcción de la gótica, el sepulcro del Cid se coloca frente a la sacristía y el de Jimena se lleva al claustro del monasterio.

Posteriormente, en 1541 el sepulcro de Rodrigo se acerca a la pared de la nave del Evangelio y se traslada allí también la tumba de Jimena. En este mismo año el Ayuntamiento de Burgos pide al Emperador Carlos I que ordene situar las tumbas en el centro de la capilla principal.

En tiempos de Felipe V, en 1735, se construye una capilla, denominada como panteón cidiano, en cuyo centro se coloca la tumba del Cid y su esposa con sus estatuas yacentes.

EL SAQUEO DE LAS HUESTES NAPOLEÓNICAS

El año 1808 durante la guerra de la Independencia los soldados de Napoleón saquean la tumba del Cid y su esposa.

En 1809 el general Thiébault  recoge los restos y los lleva a su domicilio en Burgos mientras ordena la construcción de un mausoleo en el Paseo del Espolón.

Ese mismo año los restos son depositados con toda solemnidad en el nuevo sepulcro proyectado por Vallier en el paseo más emblemático de Burgos, frente a las Casas consistoriales.

Así pues, en este lugar reposan hasta 1826, fecha en que los restos se sacan de su sepulcro y se llevan al Ayuntamiento para luego trasladarlos a Cardeña.

Posteriormente, abandonado Cardeña tras la desamortización de Mendizábal los restos vuelven al Ayuntamiento de Burgos en 1842.

En 1843 se pasan los restos de una caja de caoba a una urna de cristal y caoba y, otra vez en 1891 se vuelven a mover para colocarlos en otra caja de caoba.

LA TUMBA DEL CID Y JIMENA EN LA CATEDRAL DE BURGOS

Tras los numerosos traslados de los restos del Cid Campeador y de su esposa, en 1921 se decide enterrarlos en la Catedral de Burgos.

El 21 de julio de ese año la Catedral celebra su VII centenario y en presencia del rey Alfonso XIII se depositan los restos de Rodrigo y Jimena en una nueva tumba en el crucero de la Catedral.

Las inscripciones de la sobria losa de mármol las elige don Ramón Menéndez Pidal.

En la tumba se puede leer a modo de epitafio uno de los versos finales y más famosos del Cantar de Mio Cid:

“A todos alcanza honra por el que buena hora nació”.

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