Monasterio de San Andrés de Arroyo

LA CANCIÓN DE LA PIEDRA

Claustro de San Andrés de Arroyo

El Monasterio de San Andrés de Arroyo, origen y ubicación.

El monasterio de San Andrés de Arroyo está ubicado en la comarca palentina de la Ojeda, en el municipio de Santibáñez de Ecla y es uno de los lugares que no pueden perderse en su visita a nuestra provincia. El acta fundacional de este importante monasterio cisterciense data del año 1181 reinando en Castilla Alfonso VIII. El nombre completo de esta abadía es Monasterio de Santa María y San Andrés.

Foto tomada de la publicación de Alejandro Masoliver «San Andrés de Arroyo, Historia y Arte»,1985

Su fundadora y primera abadesa es la condesa Mencía López de Haro, hija de Lope Diaz de Haro, señor de Vizcaya y alférez del rey, y de Aldonza Ruiz de Castro.

Doña Mencía se desposa siendo muy joven con el conde Álvaro Pérez de Lara, pero al poco tiempo enviuda. La joven viuda, que no llegaba a la veintena, decide emprender la fundación del monasterio en el que residirá de por vida.

Además, esta inteligente mujer logra que su fundación no se vea afectada por los enfrentamientos nobiliarios entre los Lara y los Haro.

Se desconoce la procedencia de las primeras monjas que llegan a San Andrés de Arroyo. Algunos autores piensan que pudieron llegar del monasterio de Cañas, en la Rioja, fundado por los padres de doña Mencía.

Señora de horca y cuchillo

En la Edad Media las abadesas del monasterio tenían «privilegio de horca y cuchillo», es decir, jurisdicción penal sobre los aldeanos de un total de once villas. De ello da testimonio el rollo que encontramos a la entrada y que en su origen se encontraba en lo alto del cerro (El Cerro de la Horca) donde los reos eran ajusticiados.

Rollo de justicia y capilla de los reos

En una pequeña capilla con una espadaña tardorrománica y una pequeña puerta de arco apuntado encontramos un pequeño cartel donde se lee «Capilla de Forasteros». En su origen se llamaba Capilla de Ajusticiados por ser el lugar  donde los reos pasaban sus últimas horas.

El Monasterio de San Andrés de Arroyo, su iglesia.

En la fachada norte del vestíbulo de fieles una inscripción nos indica que la iglesia se consagra en 1222.

Se aprecia en su construcción una cierta semejanza con la de la iglesia del Monasterio de las Huelgas en Burgos. El transepto, no acusado en planta, daba paso a tres naves de las que sólo se construyó la central y un tramo de la norte. La cabecera y el transepto se separan del resto de la iglesia mediante un muro perpendicular horadado por tres vanos acristalados puesto que el espacio de la nave se emplea como coro de las monjas.

Además, San Bernardo desea que las iglesias cistercienses reflejen el espíritu del Cister, que nace como reforma de la Orden Cluniacense, retomando la Regla de San Benito en su estado inicial.

Por lo tanto, en estas construcciones se busca la belleza a través de la sencillez y la austeridad.

El Monasterio de San Andrés de Arroyo, Claustro y Sala Capitular

Las columnas de las esquinas con fustes profusamente decorados y capiteles que son una autentica filigrana se alejan de los cánones más estrictos del estilo cisterciense. Destaca sobremanera la columna con fuste que presenta decoración en zigzag y flores de seis pétalos cuyo capitel aparece labrado de forma primorosa.

El claustro del Monasterio de San Andrés de Arroyo es una de las joyas de este impresionante cenobio. Presenta  cierta similitud con el de las Claustrillas del Monasterio de las Huelgas en Burgos. En el claustro de San Andrés  coexisten reminiscencias románicas con elementos góticos.

La panda oriental del claustro se reconstruye en el siglo XVI en estilo gótico tardío.

Además, en el centro del patio hay una fuente traída por el rey Pedro I de Castilla a la localidad palentina de Astudillo.

A la sala capitular, situada en la crujía oriental, se accede por una puerta a cuyos lados se abren unos ventanales apoyados en gráciles columnas con capiteles  vegetales.

En el interior se puede ver el sepulcro de la fundadora, la condesa Mencía, primera abadesa del monasterio. También está enterrada en este lugar la condesa María Díaz de Haro, sobrina de la fundadora y segunda abadesa.

Asimismo, se conserva en este lugar una imagen románica en piedra de San Andrés, supuestamente aquella cuyo hallazgo propició la fundación del monasterio.

Luger de grandes riquezas

El monasterio tuvo en el pasado un Beato de Liébana realizado a principios del siglo XIII, hoy en la Bibliothèque Nationale de Francia,  y sobre el que trata la novela “ El mapa de los siete sellos” del palentino César Morales.

En cualquier rincón de este monasterio encontramos la delicadeza y el cuidado que pusieron los artesanos que le dieron forma.

Dese AGOTPAL te invitamos a conocer con nosotras esta magnifica abadía y su privilegiado en torno en el que encontraremos otros ejemplos del conocido como «Románico de la Ojeda».

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